lo importante es amar

      Asistiendo a los avatares de esta envidiable pareja, tan extraña como perfecta, casi no se entiende la reiterada indisponibilidad conyugal en sus repetidos encuentros estivales que los aboca hacia un sufrimiento masoquista. Son triunfadores, guapos, ricos y jóvenes, pero no felices. Albert Finney representa al marido ideal, encantador y con ese toque infantil inequívocamente masculino. La Hepburn pincha pero no hiere, y si en algún momento hiere, nunca mata. La belleza de los dos resulta un serio handicap, tan apabullante que predispone al espectador a enmascarar sus inofensivas maldades. Stanley Donen -Cantando bajo la lluvia, Charada- logró con esta road movie vacacional uno de sus trabajos más profundos. No en vano el guión lo firma el británico Frederic Raphael, el máximo responsable de los inspirados toques ácidos que salpican las secuencias de humor marital.
      Two for the Road posee una combinación mágica: sol, costa francesa, coches, pero nada de esto funcionaría sin sus dos glamurosos a la vez que simpáticos protagonistas; y todo aliñado con la estupenda banda sonora de Henry Mancini (y aquí hacemos un inciso para recomendarte la versión que hicieron Pat Metheny y Charlie Haden del tema principal). Una comedia romántica de las de antaño, elegante y con clase, que ni por asomo encuentra parentesco alguno en las noñerías que actualmente desfilan por la cada vez más anoréxica cartelera.
      Gran ocasión la que se nos presenta el próximo miércoles de viajar en Panavisión por la eterna crisis de pareja. Lo sabemos, la viste en la tele, pero recuerda que en el cine el amor y el odio se disfrutan más y mejor aplicando nuestra máxima: sin sufrimiento no hay estimación objetiva del placer.

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Two for the Road (USA,1967).

Director: Stanley Donen. Intérpretes: Audrey Hepburn, Albert Finney, Jacqueline Bisset.

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